Vivir solo siendo un adulto mayor, puede representar un reto, y será bueno en ese sentido, sopesar tanto las ventajas como los inconvenientes.
Algunos de los aspectos positivos, es la sensación de autonomía, así como la libertad de elegir horarios de comidas, tv, tiempo libre, o en general, estructurar las actividades de forma que se adapten a su estilo de vida.
Sin embargo, a pesar de la capacidad de tener una mayor independencia, algunos mayores que viven solos, pueden tender a sufrir de aislamiento social y soledad a un ritmo más acelerado que antes. Según algunos estudios publicados, una media del 30 por ciento de los adultos mayores de 70 años sufre a causa de soledad, lo que a su vez puede causar efectos negativos en la salud.
Vivir solo pues, puede acrecentar el riesgo de aislamiento social y la sensación de soledad, así como el riesgo inherente si uno se enferma o tiene un accidente. También puede costar más vivir solo que compartir los gastos con alguien.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la soledad podría “aumentar el riesgo de una persona de muerte prematura”.
Encontrar formas de adaptarse positivamente a tener un hogar unipersonal, así como prevenir estos riesgos al vivir solo, puede ayudar con los objetivos de salud emocional, plenitud, y también mejorar su salud física a largo plazo.
En la siguiente serie de artículos, veremos algunos consejos para implementar, tanto si es Vd. La persona que desea ponerlos en marcha, como si desea ayudar a un familiar o ser querido cercano mayor a vivir más seguro, feliz y tranquilo.
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