En Alma creemos que tan importante como el aseo y la higiene personal, es que nuestro cuerpo se mantenga activo. De acuerdo con nuestra edad y circunstancias físicas, la actividad diaria es fundamental para mantener el organismo con vitalidad y saludable. Mover el cuerpo pero también la mente, con ejercicios que nos motiven, por pequeños que sean, alejará la negatividad y mejorará la autoestima especialmente en el colectivo más vulnerable de las personas mayores.
El ejercicio físico, es un aspecto que a veces desatendemos por miedo a ocasionar molestias y cansancio al usuario. Muy al contrario, es la falta de ejercicio la que acabará entumeciendo su musculatura, originándole debilidad e inestabilidad, y aumentando el riesgo de caídas. Para evitar entrar en ese círculo vicioso de no hacer ejercicio por estar cansado (o tener dolores) y sentirse cada vez más débil por no hacer ejercicio, será muy importante establecer una rutina diaria para tonificar y mantener en forma su aparato locomotor.
Entendemos por tonificar los músculos al hecho de ejercitarlos diariamente con el fin de fortalecerlos, para que puedan cumplir su función motora y de sostén de todo el esqueleto. Para ello, lo más recomendable será realizar una serie de estiramientos antes de salir de la cama, una gimnasia ligera a media mañana y un paseo antes de comer o a primera hora de la tarde, aprovechando las horas de sol. Como norma general, evitaremos hacer ejercicio físico estando en ayunas, inmediatamente después de las comidas y en las horas de más calor.
Además, tanto el usuario como el cuidador deberán observar una adecuada higiene postural para evitar cansancio muscular, sobrecarga en articulaciones y dolores de espalda, entre otras molestias, que podrían degenerar en lesiones limitantes graves y de difícil curación (p.e. tendinosis del hombro).
